Vive tu pasión por el ciclismo

Por Bea
Después de unos cuantos años saliendo al extranjero en los veranos, le hemos ido cogiendo el truco a esto de volar con la bicicleta.



No es que podamos decir que sea una experiencia agradable, ni mucho menos, pero la verdad es que si lo preparas bien tampoco tiene que ser una pesadilla.



Lo mas importante para no pasar un mal rato es aceptar las cosas como son. Cuando dejas tu bicicleta en la cinta de equipajes especiales tienes que asumir que no la van a tratar con el cariño ni el mimo con que tu lo haces. No importa lo bien que la protejas y la embales, no importa cuantas pegatinas de "frágil" le pongas: cada vuelo le dejara a tu cuadro unas cuantas heridas de guerra. Si no estas preparado para asumirlo ¡NO METAS TU BICI EN EL AVION!

Si llevas la bicicleta embalada, intenta reducir los desplazamientos con las cajas a cuestas. Caminar cargando la caja, un par de alforjas, la tienda de campaña y la bolsa de mano, resulta muy penoso. Si vas en tu coche, lo mejor es descargarlo todo a la entrada de la terminal, y que uno espere allí con un carrito mientras el otro va a aparcar. Al llegar a destino, montar las bicis en el propio aeropuerto y salir ya pedaleando. Si no es posible llegar o salir del aeropuerto en bici, y no vas en coche, nuestro consejo es reservar con antelación un taxi con capacidad para las dos cajas. En algunos sitios os sorprenderá que reservando con tiempo puede ser una opción bastante barata (a veces mas que el tren o el autobús). fuente: https://www.enbici.eu/Consejos/Viajar-en-avion-con-la-bicicleta.php