Vive tu pasión por el fútbol
La historia de Sebastián Ciganda
Todo niño uruguayo soñó alguna vez con, tal vez, llegar a ser futbolista profesional. Algunos lo intentaron y no lo consiguieron, otros directamente tiraron la toalla desde el primer momento, mientras que un grupo minoritario lo logró. Sin embargo, hay otros que nunca se dieron por vencidos y, pese a las dificultades, lograron jugar, aunque sea, de forma semiprofesional.
Ese es el caso de Sebastián Ciganda, un arquero nacido hace 31 años en José Enrique Rodó, un pueblo de apenas 3.000 habitantes situado en el departamento de Soriano. No consiguió jugar profesionalmente, pero muy lejos de Uruguay logró mantener vivo ese sueño que tuvo de niño.
Hizo baby fútbol en Talleres, de su pueblo natal, y luego pasó a jugar en Fraternidad, el club que marcó su juventud. Era delantero y en su segundo partido con el Frate fue al arco porque no había golero, y no salió más de ahí.
Poco antes de cumplir la mayoría de edad decidió probar suerte en Montevideo, pero en ese momento le llegaría el primer golpe en el fútbol. Tras estar un mes entrenando en Nacional, fue rechazado: Me dijeron que intente en otros clubes, detalló en diálogo con FútbolUy. Luego de eso, un conocido lo llevó a Fénix, pero dejó de ir porque estaba estudiando periodismo y no podía seguir el ritmo de las prácticas.